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18 feb 2012

Los vaivenes de la historia. Sólo el compromiso de la gente salvará a San Lorenzo



Casi 29 minutos del segundo tiempo y el Negro Ortiz convierte el 3º gol de San Lorenzo y un nuevo título el de 1974, otro campeonato y el sueño casi adolescente de que el mundo es nuestro, 3 títulos en dos años y un Club funcionando, lleno de disciplinas deportivas y culturales, con éxitos federados a nivel mundial. La reelección lógica para Osvaldo Valiño en ese diciembre de 1974 y la esperanza en marcha. Que rápidamente se cae, porque comienza el año 75 desarmándose un gran plantel.

Seis meses después golpe de estado en el Club de la mano del Vice-Presidente el Coronel Fernando De Baldrich quien liquida a grandes figuras que son reemplazadas por jugadores de medio pelo.

El empresario multimillonario que nos venía a sacar de la malaria en 1978, Moisés Annán no solo nos arruinó, sino que liquidó y se auto-vendió los estratégicos terrenos de Avenida Rivadavia y Yatay. Dos años de pésima gestión, con la lamentable contratación de Carlos Bilardo, un convencido que vendiendo el Gasómetro, San Lorenzo arreglaba todos sus problemas. Luego de salvarnos del descenso con Tigre con el alma del “Tomate” Pena en 1980, pensamos que nunca más pasaríamos por semejante sufrimiento.

Finalizando el año, Vicente Bonina fue electo presidente, para ilusionarnos solo unos pocos meses con un cambio que nunca llegó y con la peor puñalada de la historia, en lo deportivo con el descenso futbolístico por las ineptitudes de adentro y  el empuje de afuera.

Llegó la revolución popular de 1982, con la idea de la resurrección que se hacía carne en cada fiesta azulgrana de cada sábado y  domingo de 1983 , ya en primera saliendo también primero en recaudaciones con el carnaval en todas las canchas, claro que en el medio de la euforia perdimos nuestro lugar en el mundo, no habíamos reparado que nos dirigían seres como Héctor Habib y Enzo Zoppi, roedores que cerraron un primer lustro de los ochenta siniestro. 

El triunfo de Fernando Miele en 1986 y la esperanza de volver a resurgir, la promesa de la cancha propia tan necesaria como el aire para respirar, que se hizo realidad, años de esperanza de recuperación que después de 1995 demostraron que otra vez nos esperaba la caída, la aniquilación de la vida deportiva  del Club y la soberbia cerraron un ciclo de quince años con una crisis económica tremenda, la represión a la misma gente de San Lorenzo y un contrato I.S.L a espaldas de los socios llevaron a pasar de la euforia de 1993 con la inauguración del Pedro Bidegain a la decepción del 2001 con un Club en llamas.

 El cambio parecían traerlo Alberto Guil y Rafael Savino, con un primer ciclo que venía a ordenar el Club para después crecer, como rezaba otro slogan que nos remite a uno de los peores gobiernos de la historia del Club: el de Rafael Savino, el de la cara de buen tipo para la gilada, hizo mierda a San Lorenzo, lo destrozó económicamente y moralmente, muchos de los que hoy rondan y pululan en la política del Club fueron parte de ese grupo y si se corrieron o escaparon como ratas no difieren de este lamentable personaje. 

En el  2010, el cambio estaba en marcha, claro la mayoría votó la propuesta televisiva, vacía de contenido, esperando que quien fue parte de lo anterior, rondando con los buitres del 2004 al 2010, cambiara la historia de estos últimos 37 años, desde aquel gol de Ortiz de 1974 que me parecía abrir las puertas del Paraíso y sin embargo fueron las del infierno. La historia se repite cuando vemos como los paracaidistas ganan elecciones, y siempre con el mismo final.

Uno que fue parte de los 21 años sin títulos, de la pérdida de la Cancha y el Club, de los 14 años gitaneando y de esta actualidad exasperante,  que es mentira que no tiene explicación, para los que vivimos a San Lorenzo mucho más que los 90 minutos de cada semana.

Son 37 años viviendo vaivenes institucionales hacia arriba y abajo, desde la euforia a la decepción, nunca en este período con un proyecto de Club en serio, como lo tuvieron los que nos engrandecieron y que los magnates de turno que nos representan no les interesa intentar copiar.

En el medio de los vaivenes siempre estuvo la gente, nuestra gente la que es capaz de reinventarse ante cada tragedia deportiva e institucional, esa misma que va a desbordar la Plaza de Mayo el 8 de Marzo pidiendo por lo que nos robaron, esa que emocionó a propios y a extraños a través de las melodías poéticas más sensibles al corazón de cualquier mortal. 

“Ciclón, Ciclón tan solo es un año, te vamos a seguir a donde quieras ir” se juramentó en 1981, treinta y un año después la gente volverá a hacerse cargo de las ineptitudes dirigenciales, para sacar al Club de este pantano que sufrimos.

Son 5 meses para acompañar como siempre sin condicionamientos a las once camisetas que saldrán a la cancha, esperando que esos vaivenes de la historia vayan para arriba.

Del proyecto de Club, que sigue sin llegar, siguen corriendo los minutos desde aquel tercer gol del Negro Ortiz de 1974. Ojalá llegue de una buena vez, por la historia y el futuro de San Lorenzo.

2 comentarios:

  1. La historia de la buena va a llegar a San Lorenzo y el negro Ortiz en vez de convertir va a tirar un centro para que entremos a cabecear 100 mil cuervos en el area de Pza. de Mayo.

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  2. El 8/3 todos estamos esperando el centro del Negro Ortiz para entrar a cabecear en el punto penal de Pza de Mayo. Vamos a ser 100 Mil para marcar el gol màs importante de nuestras vidas.

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