Soy de Boedo. Por unanimidad fue aprobado el Proyecto |
Sé que la utopía ganó las calles en
algún invierno gris, que los poetas y los locos se adueñaron de su
bohemia para hacerla canción. Pero puedo asegurar que hubo un grupo de
desquiciados que lograron transformarla en sinónimo de restitución.
Llegaron como anónimos con todas las de
perder, solos con sus convicciones. Martillaron cerebros, cambiaron la
cerradura de todas las puertas que estaban cerradas por el olvido, y
abrieron el cielo. Despertaron a los muertos (los del paraíso y los del
infierno), destaparon ollas, derritieron el asfalto y salieron desde el
fondo de la tierra todas las verdades. Salpicaron a unos cuantos, los
mismos que ya estaban manchados y a los que los trajes de saco y corbata
no pueden ocultar.
Y lo peor de todo, avanzaron.
Atropellaron. Se llevaron por delante los prejuicios, los intereses, las
políticas, las mafias, los negociados. Les pidieron pruebas y las
tuvieron. Exigieron Justicia. Sólo eso.
Desparramaron el virus de la memoria, lo
contagiaron, lo inyectaron en cada vena azulgrana. Y la sangre llegó al
río. Creció hasta el mar e inundó las costas metiéndose en todos los
puertos. Los barcos levantaron anclas y zarparon.
Con la bandera de la Vuelta comenzaron
el regreso. Desde cada rincón. De norte a sur, de este a oeste. Y se
centraron en el punto cardinal que la brújula indicaba como el de un
Ciclón.
Hay un lugar en el mundo en donde la
línea del tiempo une las voces. Hay una baldosa en donde nos podemos
parar y sentir ahí mismo el festejo de los goles del Gringo, ver como se
deja la vida por los colores a lo Urso, bailar carnavales, rodar
pelotas de tantos campeonatos, escuchar los cantos, los gritos, la
fiesta, las declaraciones de amor, las manifestaciones, el sonido de un
chapuzón, los pasos de Lorenzo... y dejar huella.
Huellas que están ahí, a pesar de los
atropellos, de los despojos, de las barbaries, de las matanzas, de la
destrucción y del perfume francés con el que intentaron tapar el olor a
podrido.
Sé que aquel grupo de desquiciados, hoy
está ganando la batalla. Con las armas de la democracia, con la
aplicación de la Justicia, con la fuerza de la lucha, y devolviéndole la
libertad a los sueños que nunca dejaron de habitar el suelo de Av. La
Plata.
La mayoría dirá que nos están
restituyendo nuestras tierras robadas por la dictadura. Que luego de más
de 30 años al fin será Justicia. Nosotros sabemos que nunca nos fuimos.
Que nadie se fue y que el alma de Boedo es San Lorenzo.
Y que si no fuera por ese grupo de desquiciados quizás seguiríamos hablando de utopías. Por eso, a todos:
Bienvenidos nuevamente a Casa.
Alejandra Abboud
Prensa SCH CASLA
Gracias por todo a los Grandes Luchadores involucrados y sobretodo a los Hinchas de San Lorenzo de Almagro!!!!
ResponderEliminarLucho, de Villa Urquiza
Felicidades! nunca estuve tan orgulloso de ser cuervo como hoy! Una consulta: se podria poner a disposicion el texto que fue aprobado ayer con las modificaciones pertinentes?
ResponderEliminarSaludos!